Talento fue la palabra más presente en el Congreso Internacional de Directivos organizado por APD la pasada semana, que nuestro equipo de Dopp vivió desde una posición privilegiada, en calidad de patrocinador de Sala. Palabra que también protagonizó nuestra mesa redonda “La Escasez de Talento”, en la que tuvimos la suerte de contar con ponentes de primer nivel como Constantino Fernández (CEO ALTIA), Isabel Sánchez (CEO DELAVIUDA), Lola Onieva (HRBP EY), Fernando Pozas (CEO DOPP) y la periodista Pilar Llácer como Moderadora.
El interesante debate contó con una perspectiva 360 grados (Directivos, Headhunter y representación del talento de las nuevas generaciones) que, curiosamente, terminó confluyendo en un mensaje nuclear, una visión compartida por todos los integrantes de nuestra mesa redonda: hay que adaptarse, no cuestionar la realidad que estamos viviendo, y “surfear las olas”.
Nos encontramos con múltiples generaciones conviviendo en las empresas, cada una más dispar en cuanto a valores, formación, inquietudes, etc. Como decía Isabel,
“será complicado que las nuevas generaciones encuentren el encanto y propósito de su trabajo en hacer un mazapán a mano”.
Isabel Sánchez
Hemos pasado de un mundo local a la globalización, las posibilidades profesionales se han multiplicado con el teletrabajo, surgen nuevas prioridades a raíz de la pandemia, conviven los nativos digitales frente a los que nacimos sin internet… Esta innegable realidad ha de ser gestionada. Mejor dicho, bien gestionada. Y para ello, se hace absolutamente imprescindible algo que, parece, teníamos olvidado: la escucha. Escuchar atentamente y sin juicios lo que nuestros profesionales necesitan y tienen que decir. Esa fue una de las grandes claves del Congreso. Volvemos a lo básico. Las nuevas generaciones quieren, además de un propósito con el que conecten – eso por supuesto-, sentir que se les escucha. Pero, tal y como matizaba nuestra moderadora Pilar, también que se actúe en consecuencia.
Tenemos que trascender a los pilares que eran elementos de retención tradicionales («aquí podrás tener carrera profesional toda la vida») y revisar nuestras creencias. Esas que nos limitan y nos hacen cuestionario las prioridades de ese nuevo talento. Centrar el esfuerzo en ofrecer-les un proyecto atractivo, pero atractivo para ellos, pues ese talento joven quiere sentir que tiene algo que decir.
Nuestros ponentes estaban de acuerdo: “el pesimismo no suma”. Cualquier tiempo pasado no fue mejor. Fue distinto. Y cuestionar la realidad, tampoco. Nuestra mesa nos invitó a emprender un viaje mucho más enriquecedor, en el que la mirada es curiosa, de entender y conectar con ese talento, sin dejar de apreciar las oportunidades que tenemos por delante. Aprovechar esa convivencia de muchas generaciones, la diversidad, sin la cual la aportación de valor sería mucho menor. Para mí, otra de las “key words” del congreso.
Aceptar la rotación, como algo natural y sano, pero no la fuga de talento. En este contexto, la innovación no es una opción. El desarrollo y la formación tienen que re-enfocarse con carácter urgente. Hay que hacer cambios, y de forma ágil. El largo plazo se ha redefinido. Por supuesto, nuestros CEO´s no lo olvidan, y es el foco, pero las nuevas generaciones necesitan respuestas en el corto. Estos fueron algunos de los debates que se pusieron encima de la mesa. Y coincidían, desde la humildad: “no tenemos la respuesta, pero hay que seguir caminando”.
Me permito una reflexión final: como casi todo en la vida, creo que en gran parte depende de nuestra mirada. Si seguimos juzgando y cuestionando los valores y palancas motivacionales del talento de las nuevas generaciones, difícilmente conectaremos con ellos. Me parece mucho más productivo observarlo como un gran reto, que nos invita a cambiar algunos paradigmas y a convertirnos en mejores empleadores y gestores de personas. Desde ahí, puede haber un enriquecimiento mutuo y hacia el resto de la Organización mucho mayor que anclados en “nuestra visión de la realidad”.
Así que, como apuntó nuestro ponente Constantino Fernández, nosotros somos de los que salimos a navegar a pesar de las mareas. No nos quedaremos en Puerto. ¿y tú, navegas?
Gerente en Dopp
