Estos últimos meses, en este nuevo contexto político huérfano de mayorías absolutas, se está hablando mucho sobre la necesidad de llegar a acuerdos, de compartir objetivos, de anteponer los intereses generales del Estado a los más particulares y específicos de los distintos partidos políticos. Se demanda, en definitiva, espíritu negociador, capacidad de comunicación, empatía y, sobre todo, dejar a un lado juicios y creencias que limitan la capacidad de nuestros políticos para diseñar y trabajar en metas comunes de «largo alcance».
Desde mi punto de vista, lo que estamos reclamando a nuestra clase política, entre otras cosas, es que funcionen como equipo. Sin embargo, esta reflexión nos puede resultar extraña en un principio… ¿Cómo le vamos a pedir a personas con ideas diferentes, con proyectos diferentes, con motivaciones diferentes e incluso con valores diferentes, que compartan un proyecto común? Pero, ¿no es lo que le pedimos a nuestros equipos de trabajo?¿No es el reto el que nos marcamos cuando nos incorporamos a un equipo?
Además de otras iniciativas más o menos compartidas por distintas fuerzas polítcas que configuran la llamada «regeneración democrática», no entenderé ésta si los futuros equipos de gobierno y sus correspondientes equipos directivos públicos, nacidos de la pluralidad del voto, no incorpora esa «altura de miras».
Para apoyar este proceso de transformación, la propuesta de DOPP Consultores es intervenir a través de la disciplina del Coaching de Equipos.
Entendemos el Coaching de Equipos como un proceso de acompñamiento a un equipo de personas en la consecución de sus objetivos, a través de acciones que fomentan la cooperación entre sus miembros, revisando y mejorando sus relaciones, procesos de trabajo y valores.
Es un proceso vivencial, diseñado para que el equipo, como tal, descubra, defina, desarrolle y construya sus propios principios por encima de procesos individuales. Se trata de poner foco en el equipo como ente propio y diferencial. Es entender al equipo como mucho más que la suma de sus componentes, como un sistema autoorganizado de relaciones e interactuaciones que influyen en el funcionamiento de equipo.
El Coaching de Equipos, en el ámbito público, debe ayudar a los nuevos equipos directivos y de gobierno a:
- Desarrollar nuevas estrategias para resolver contradicciones, tensiones y conflictos en equipo, de manera generativa y constructora de alianzas sólidas para el futuro.
- Compartir la idea de alineamiento de equipo en torno a una misma cultura, dando coherencia a la actuación del mismo y proporcionando un impacto único como equipo.
- Consolidar la visión compartida del equipo, ganando en cohesión, comunicación, confianza y compromiso.
Para ello, proponemos una serie de acciones dirigidas e integradas en un proceso configurado por tres fases fundamentales:
Diagnóstico
Cuyo objetivo es permitir que el equipo identifique dónde está para que tome conciencia de sus fortalezas y áreas de mejora, para que marque sus objetivos, diseñe hacia dónde quiere ir y elabore un plan de acción. Las herramientas utilizadas para ello son las entrevistas individuales, jornadas específicas de diagnóstico grupal, cumplimiento de cuestionarios aplicados al equipo o dinámicas de simulación.
Intervención
Cuyo objetivo es desarrollar el plan de acción diseñado previamente. Para ello se pueden llevar a cabo: jornadas específicas mediante dinámicas de enfoque sistémico; observación, feedack y seguimiento en reuniones reales del equipo; sesiones de formación, así como coaching individual a los miembros del equipo.
Evaluación
Cuyo objetivo es valorar el desarrollo y la consecución de los objetivos marcados por el equipo, mediante jornadas, entrevistas y/o cuestionarios específicos de evaluación.
En cualquier caso, la clave para que una intervención desde la disciplina del Coaching de Equipos tenga éxito, es que éste incorpore en sus valores, en su «ADN», lo que hemos llamado «altura de miras», de manera que lo colectivo trascienda lo individual y de forma que personas con ideas diferentes, con motivaciones diferentes e incluso con valore diferentes, compartan un proyecto común.
Sevilla, Abril de 2016.