El pasado jueves 16 de junio celebramos un nuevo Clinic en el CEEI Bahía de Cádiz, en El Puerto de Santa María. Esta acción se encuadra dentro del marco de iniciativas que Dopp está desplegando en 2016, con el objetivo de compartir experiencias de gestión del cambio y transformación en nuestras organizaciones.
Al evento acudieron siete empresas de especial relevancia a nivel nacional, representadas por trece profesionales del ámbito de los Recursos Humanos que ocupan puestos de responsabilidad y dirección.
El tema central del evento ha sido el Coaching de Equipos, disciplina emergente que Dopp aplica en su interés por trasladar a las Organizaciones las mejores prácticas para la mejora del conocimiento y desarrollo empresarial.
Tuvimos oportunidad de compartir nuestra interpretación de lo que es o no es el Coaching de Equipos porque, en cierta medida, se trata de una metodología desconocida, que se confunde a veces con otras herramientas como el “team building” o la formación tradicional.
De este modo, el Clinic contribuyó a incrementar dicho conocimiento desde una perspectiva eminentemente experiencial, práctica y amena para los asistentes, que trató de dar respuestas a interrogantes como:
- ¿Qué recursos y características hacen a un equipo “inteligente”?
- ¿Qué conocimientos y formas de ser de un equipo le permiten tener una visión compartida?
- ¿Qué hace diferente a los equipos con conversaciones productivas de las que no las tienen?
- ¿Que permite a un equipo obtener resultados “extra – ordinarios”?
- “¿cuándo se da cuenta un pez que lleva viviendo toda la vida en el agua?”…que es lo mismo que decir – ¿Cuándo se da cuenta un equipo de que sus conversaciones y sus hábitos le auto-limitan?
Estas y otras cuestiones se obtuvieron en dicha jornada, donde se explicitaron problemáticas concretas de las organizaciones, relacionadas con diferencias de percepción en la estrategia de la compañía por parte de los equipos.
En definitiva, pudo evidenciarse que el Coaching de Equipos emerge como una dinámica de intervención en la realidad de los equipos, dinámico, interactivo y relacional, que facilita la evolución de los equipos, así como la eficacia en la consecución de los resultados por él pretendidos. De este modo, se aprecia un “antes y un después”, por la capacidad de movilizar hacia la acción desde el conocimiento de sí mismo como equipo, cohesionar y optimizar sus relaciones y su rendimiento.