INTRODUCCIÓN
Si nos preguntásemos cuáles son nuestros objetivos en la vida, seguramente la felicidad estaría entre uno de ellos, pero ¿qué entendemos por felicidad? ¿es la misma para todos? Para algunas personas la felicidad se vería reflejada en la cohesión de una familia, para otras en encontrar a una pareja como compañero/a de vida, para otras en tener salud, trabajo, etc. Podríamos incluso agrupar todos estos aspectos y definirlos como una felicidad “completa o plena”.
Lo cierto es que la felicidad puede ser muy diferente para cada una de las personas que convivimos en una misma sociedad, pero en la actualidad, hay algo en lo que la mayoría de las personas cada vez coincidimos más: obtener un buen puesto de trabajo y mantener un buen “bienestar laboral”; es por ello que, como venimos advirtiendo desde hace unos años, la felicidad en el trabajo se incorpora, sin intención de dar marcha atrás, como un elemento relevante en la gestión del talento y clima laboral dentro de las organizaciones.
Gran parte de nuestra vida la pasamos trabajando, es inevitable pensar también en ser felices en el ámbito laboral y buscar aquellos recursos o aspectos que hacen que podamos sentirnos satisfechos en nuestro puesto de trabajo.
En numerosos estudios, hemos podido observar que, si en las organizaciones existen trabajadores satisfechos, tendrán clientes satisfechos; que un buen bienestar laboral aumenta la productividad de la empresa; etcétera, si no es por la experiencia vivida, sí podemos basarnos en estos resultados para que realmente tomemos conciencia del impacto e importancia de la felicidad en el puesto de trabajo.
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y FELICIDAD
Esta felicidad y bienestar en el puesto de trabajo se consigue con diferentes aspectos que veremos a continuación, si bien la confianza que el líder construya con su equipo, la capacidad para orientar y sacar lo mejor de las personas, serán determinantes para el éxito. Además de las dotes de comunicación y transparencia en el ámbito empresarial, que pasan a tener una gran relevancia. Todo esto lo podríamos definir bajo un término que hoy en día es crucial trabajar en todos los ámbitos de la vida y por su puesto en el laboral. ¿Os suena el término de inteligencia emocional?
Daniel Goleman identificó la inteligencia emocional como: “Un conjunto de habilidades que una persona adquiere por nacimiento o aprende durante su vida, donde destaca la empatía, la motivación de uno mismo, el autocontrol, el entusiasmo y el manejo de las emociones”
En Dopp somos defensores de que la inteligencia emocional efectivamente desempeña un papel importante en la calidad de vida individual y personal, pero es clave también en ámbitos profesionales. Esto, no sólo para lograr que el lugar de trabajo sea más rentable y productivo, sino para crear uno significativo y agradable en el que pasamos gran parte de nuestra vida.
La inteligencia emocional también facilita que se puedan convertir los errores en oportunidades de mejoras, dando feedback efectivo, tomando en cuenta las emociones, percepciones, comprensiones, facilitaciones y regulaciones emocionales (Mayer y Salovey), en el entorno de trabajo: una visión fundamental hoy en día en la gestión de personas. De este modo, la inteligencia emocional se convierte en un pilar imprescindible para lograr esa felicidad y bienestar en el trabajo y, por ende, en la satisfacción laboral.
ELEMENTOS QUE AYUDAN A LA FELICIDAD EN EL TRABAJO
Y además de mantener una buena inteligencia emocional, ¿Qué otros elementos presentes en las organizaciones pueden ayudar a conseguir ese bienestar laboral?
- Flexibilidad. Este aspecto, tras la pandemia y cada vez más ayuda a estar felices en nuestro trabajo y encontrar el equilibrio entre los retos que se presenten y las habilidades de los profesionales.
- Confianza. Crear vínculos de confianza dentro de la empresa es fundamental para trabajar en armonía y atraer oportunidades.
- Aprendizaje. Implica crecer profesionalmente, aprender de los errores, tener una gran visión de futuro y sentido de pertenencia dentro de la organización.
- Compromiso. Las organizaciones con un compromiso en el equipo de trabajo contribuyen a generar la felicidad en el trabajo. El compromiso es una elección personal para creer en lo que se hace, participar e implicarse.
- Reconocimiento en el trabajo. La cultura de la felicidad busca fomentar un tono adecuado, respetuoso y que haga sentir valiosos a los empleados, por lo que el reconocimiento a las personas trabajadoras es fundamental para mantener una motivación y compromiso con el equipo.
- Y…Disfrute, sí, disfrute también en el trabajo. El entorno de trabajo además de trabajar duro y conseguir los objetivos de la empresa debe ser un sitio donde compartir, conectar con las personas que nos rodean y fomentar los pensamientos positivos y el bienestar.
CONCLUSIÓN
En definitiva, la felicidad es un término muy amplio del que podríamos hablar tendidamente, dentro de las organizaciones es un aspecto con cada vez más relevancia y que necesita que le demos el valor que merece, para ello algunas acciones como promover el sentido de pertenencia, promover una visión de futuro y brindar apoyo sobre todo en las situaciones difíciles hace que los miembros que forman una organización se sientan felices con lo que hacen y dónde están, porque ¡¡Una cosa importante que no debemos olvidar!! Las empresas las hacen las personas y si son personas felices tendremos mucho ganado.
Desde Dopp, os deseamos un FELIZ día de la FELICIDAD.